Césped artificial para terrazas y jardines

El césped artificial es una superficie de fibras sintéticas que parece césped natural. Antes se utilizaba mayoritariamente en estadios para deportes donde jugaban sobre césped. Sin embargo, ahora tiene muchas más aplicaciones; terrazas, jardines, zonas comunes... La razón principal es el mantenimiento: el césped artificial resiste un uso intensivo, como en los deportes, y no requiere riego ni recorte.

Ventajas del césped artificial para terrazas y jardines

•          Durabilidad y resistencia al paso de los años y a las inclemencias meteorológicas. Se puede instalar sobre cualquier superficie y es muy fácil de hacerlo, sobre todo, sobre hormigón y baldosa. De hecho, es apto para todo tipo de climas y de superficies
•          Es muy económico y duradero
•          Favorece el ahorro de agua, ya que no necesita riego constante.
•          Mantenimiento sencillo puesto que no requiere de uso de abonos, herbicidas, fertilizantes...
•          Es respetuoso con el medio ambiente.
•          Resistente a los rayos UV. El césped artificial no se decolora con los rayos del sol y permanece siempre verde.
•          La instalación de césped artificial es muy sencilla.

Elegir el césped adecuado para tu jardín

Aunque el césped artificial tiene muchas ventajas, es cierto que elegirlo no es fácil. Debe ser suave pero también duradero, por lo que no debemos escoger modelos muy finos ya que se pueden estropear antes.

La base del césped artificial puede estar fabricada en látex o poliuretano. Las bases de látex son idóneas para climas templados. Son económicas y se utilizan para balcones, terrazas, o zonas de poco tránsito. Mientras que las bases de poliuretano son perfectas para cualquier tipo de clima. Además, es un material respetuoso con el medio ambiente.

Cómo colocar el césped artificial en tu jardín

Paso 1: Prepara el terreno de tu jardín: lo primero que debes hacer es retirar del terreno las hierbas,  piedras o escombros que puedan existir. A continuación, añade grava o arena para dejar el terreno llano y mejorar el asentamiento de la moqueta.

Paso 2: Si el césped se va a poner sobre tierra es recomendable colocar una malla geotextil, cuya función será separar, filtrar y proteger el césped artificial. Puedes fijarla con clavos para que no se mueva. (Si lo vas a poner sobre otra superficie que no sea tierra, ve directamente al paso 3)

Paso 3: Ya puedes extender los rollos de césped artificial sobre la malla, estirándolos todo lo posible para evitar la aparición de dobleces o pliegues y teniendo muy en cuenta que todos los rollos se coloquen con las fibras en la misma dirección para que el resultado quede perfecto.

Paso 4: Pegado: Revisa que toda la moqueta de césped artificial cubra el área deseada de tu jardín y si no es así, ajusta o recorta los márgenes. Una vez que todo este como quieres, tendrás que proceder al pegado mediante adhesivos de poliuretano especialmente diseñados y elaborados para este tipo de instalaciones.

Paso 5 (opcional): Arenado: Cubre toda la superficie con arena de sílice, esto va a facilitar un mayor soporte para el césped haciendo que los pelos se mantengan erguidos. Por último, la arena de sílice hace que el césped no se caliente tanto en verano, manteniéndolo fresco más tiempo, especialmente si se riega.

Limpieza del césped artificial

Para el césped artificial la limpieza a fondo se recomienda hacerla sólo una vez al año, aunque tampoco es obligatorio. Es una de las grandes ventajas de este tipo césped, que puedes colocar y disfrutar sin estar pendiente de él.

Dependiendo de si quieres limpiarlo de forma más superficial o más a fondo puedes hacerlo de 2 formas diferentes:

1. Limpieza con agua

Se trata de mojar tu césped artificial para limpiarlo. Esta limpieza la puedes llevar a cabo cuando quieras, siempre que te apetezca refrescar tu jardín o combatir el calor en las horas centrales del día.

Al mojar tu césped artificial con una manguera eliminarás todo el polvo que se puede acumular, además de hojas, hilos, mosquitos… así podrás mantenerlo limpio.

2. Limpieza a fondo

Cepillaremos la zona eliminando los restos de cualquier material con un cepillo de cerdas duras y después la limpiaremos con agua. Podemos añadir jabón líquido con PH neutro al agua y dejarlo secar. También podemos aspirarlo.